Esta vez nos fuimos a
un bar de tapeo a lo bestia, el típico al que acuden los mozos buscando la
cantidad más que la calidad. Allí te puedes encontrar gente de lo más
variopinta, desde un borjamari con jersey sobre los hombros hasta un jeviorro
con sospechosa melena rubia y pelazo de sobaco al viento. Es lo que tiene ir a
una zona fronteriza entre un bario obrero (Ciudad Lineal) y un barrio pijo (Arturo
Soria).
Nada más llegar nos
pusieron dos tubos de cerveza Estrella Damm acompañados de un plato de patacas
de calamar que acabaría con el hambre de medio África. Acto seguido pedimos
media ración de bravas. Y menos mal, imaginaros como sería la entera...No
pudimos terminárnosla, y no solo por el tamaño porque la calidad tampoco
acompañó demasiado. Tuvimos que recurrir al gran aliado de las bravas de poca
monta: el ali-oli. Pero bueno, si lo que buscas es llenar la panza sólo te
costará 5,10€ (para los valientes la entera son 6,20€).
La salsa está hecha a
base de tomatazo y mucho picante, pero no tiene más misterio. Encima está
bastante aguada así que no nos gustó. Las patatas demasiado fritas, de batalla,
pero con el ali-oli no entraban mal. Hay que decir que estaba bastante bueno:
próximamente en sus pantallas "de ali-olis por Madrid" :D.
Las notas:
- SALSA: 2
- PATATAS: 4
- CANTIDAD/PRECIO: 10
- OTROS: 8
TOTAL: 3.8
En definitiva, no es
recomendable para bravear pero si lo que buscáis es ir de tapeo guarrindongo a
buen precio, este es vuestro sitio.